Cómo sobrevivir a las comidas de Navidad con niños y niñas sin morir en el intento
Es indiscutible que la alimentación y las fiestas navideñas van de la mano. La época de Navidad es un momento esperado y lleno de alegría para muchos, especialmente para los más pequeños de la casa. Pero, ¿Qué sucede con la alimentación de los niños y niñas
durante estas festividades? Es importante abordar este tema, ya que la Navidad puede tener un impacto significativo en sus hábitos alimentarios.
Durante las fiestas navideñas, es común que los niños y niñas se vean rodeados de una gran cantidad de alimentos. La mesa se llena de platos repletos de ingredientes deliciosos y suculentos, que nos hacen la boca agua y nos invitan a disfrutar. Desde los turrones y
polvorones hasta los bombones, es difícil resistirse a la tentación de probarlos todos. Sin embargo, es importante abordar este tema, ya que la Navidad puede tener un impacto significativo en los hábitos alimentarios de los niños.
La exposición a situaciones como estas pueden generar un desequilibrio en la relación de los niños con la comida, llevándolos a adoptar hábitos poco saludables e incluso desarrollar trastornos alimentarios. Es necesario tomar conciencia de esto y actuar de forma preventiva. Y esto se basa en inculcar en los niños la importancia de una alimentación equilibrada durante todo el año. No se trata de privarles de los alimentos típicos de esta época, sino de enseñarles a disfrutar de ellos de manera moderada y consciente. De esta forma, les brindamos herramientas para que tomen decisiones informadas y responsables respecto a su alimentación.
En este sentido, te compartimos 5 consejos para educar en alimentación consciente a tus hijos/as; y ojo, que son tips para toda la familia:
1. Evitar asociar la comida con recompensas, ya sean materiales o emocionales. Una de las primeras lecciones es evitar asociar la comida con recompensas o castigos. La comida no debe utilizarse como premio por buen comportamiento o como forma de
consuelo emocional. De cara a eventos sociales (como la Navidad), es común que se utilice la comida como un medio para manifestar el amor y la alegría. Sin embargo, es importante enseñar a los niños y niñas que la comida no es una manera única de demostrar afecto. Fomentar otros tipos de muestras de cariño y celebración, como el tiempo de calidad en familia, juegos o actividades lúdicas, ayudará a evitar que asocien la comida con las emociones y evita problemas de relación con la alimentación.
2. Fomentar el autocuidado y la escucha activa. La alimentación consciente implica prestar atención a nuestras necesidades y preferencias individuales. Debemos enseñar a nuestros hijos e hijas a escuchar y entender a su cuerpo, identificar sus preferencias y respetar su sensación de saciedad y/o hambre. Fomentar el autocuidado implica promover una relación amorosa con uno mismo y el
cuerpo, priorizando una alimentación equilibrada y variada que aporte los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.
3. Incluir a los niños en la cocina.
a nuestros hijos e hijas sobre la importancia de una alimentación equilibrada y consciente. Involucrarlos en el proceso de planificación y preparación de las comidas navideñas les brinda la posibilidad de aprender sobre los ingredientes, las técnicas de cocción y el valor de los alimentos frescos y locales. Además, les permite desarrollar habilidades culinarias y disfrutar del sentido de logro al participar activamente en la creación de la comida que disfrutarán en familia. También es importante fomentar alternativas más saludables durante las fiestas. Por ejemplo, en lugar de ofrecer sólo dulces y postres, se pueden preparar otras opciones
más equilibradas, como frutas en forma de postres navideños o aperitivos con verduras, legumbres, frutos secos, etc.
fundamental para el buen desarrollo físico y mental de nuestros hijos e hijas. Debemos fomentar la práctica de ejercicio diario, adaptándolo a la edad y preferencias de cada niño/a. Animar a los niños a participar en actividades físicas durante las fiestas puede ser muy beneficioso para promover un estilo de vida activo y enérgico. Esto puede lograrse a través de juegos al aire libre, caminatas en familia o actividades deportivas.
5. Planificar las comidas Es fundamental involucrar a nuestros hijos en el proceso de planificación del menú semanal y las compras de alimentos. Esto les permite aprender sobre los diferentes grupos de alimentos, las preparaciones de los platos y el equilibrio nutricional. Además, la planificación ayuda a evitar la improvisación y las comidas rápidas, facilitando la elección de opciones
nutritivas y sabrosas para toda la familia. En conclusión, es de vital importancia cuidar nuestra alimentación y enseñar a nuestros
hijos e hijas sobre la importancia de la misma, incluso durante las festividades. Por esa misma razón, los adultos debemos ser un buen ejemplo para los más pequeños y pequeñas. Si los niños ven a los adultos comiendo de manera descontrolada y sin
moderación, es más probable que lo imiten. Por ello, es importante que nosotros mismos mantengamos hábitos saludables y les
mostremos el equilibrio entre disfrutar de los alimentos festivos y mantener una alimentación sana y equilibrada. No hay nada de malo en disfrutar de la comida típica de esta época, pero debemos hacerlo de manera consciente y equilibrada. Recordemos que
los niños y niñas son especialmente susceptibles a desarrollar una mala relación con la comida, por eso es necesario enseñarles a disfrutar de forma moderada, establecer límites y fomentar hábitos saludables que perduren durante toda su vida.
Entrada realizada por Carmen Sevillano
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