Consejos para afrontar el primer día en una escuela infantil

Un mundo nuevo comienza el día en el que los pequeños llegan a la escuela infantil por primera vez. Por ello desde la Escuela Infantil Menuts os traemos unos útiles y sabios consejos para que los niños lleguen a la escuela emocionados y felices pensando en el montón de cosas divertidas que les esperan.
 
El miedo a la separación de los progenitores es uno de los principales problemas que surgen en las guarderías. Los niños tienen un temor innato a separarse más de la cuenta de sus seres queridos y ese temor se agudiza entre los dos y los tres años.

Por ello es conveniente practicar: pequeñas separaciones antes de que comience el primer día de “cole” pueden ser muy útiles para los niños, por ejemplo dejarlos una tarde completa con los abuelos o con una persona de confianza.
 
También es una buena opción ir a la “guarde” con él unos días antes de comenzar, pues de este modo el primer día no le vendrá todo desde cero y el niño ya conocerá mínimamente el entorno y a alguien del personal del centro.
 

Además, si antes de empezar en la escuela infantil se le habla sobre el tema como algo extremadamente divertido, como un sitio en el que se lo pasará en grande y donde hará muchos amiguitos, el niño irá más preparado y motivado para superar el período inicial.
 
Es útil relacionar sus momentos de máxima diversión con la guardería. Por ejemplo, si está emocionado viendo una película en el cine, se le puede decir que en el “cole” verá películas con sus amigos.
 
Establecer una rutina de horarios es necesario para que el pequeño coja las cosas por costumbre. Horas específicas para dormir, comer, jugar y sobre todo, de ir a la “guarde” harán que el niño adopte con la máxima naturalidad el hecho de ir al centro cada día.
 
Y ahora llega el momento clave: el primer día. Y la actitud de los padres va a ser crucial para que el niño esté algo más tranquilo. Los padres deben afrontar ese día con tranquilidad, seguridad y una actitud positiva.
 
Despedirse del pequeño con una sonrisa, avisándole de que se le verá en un rato y sin que la despedida sea demasiado prolongada en el tiempo son los mejores consejos para que el niño se quede en la escuela lo más tranquilo posible.
 
Si los padres pueden acompañar y recoger al niño, al menos, los primeros días, el niño se acostumbrará rápido a la escuela y se sentirá cada vez más tranquilo al respecto. Si no pueden ir los padres, es preferible que lo acompañe una persona de confianza para la familia, y sobretodo para el niño.
 
Si el pequeño es asustadizo no es mala idea que se lleve su juguete favorito los primeros días, para que no sienta que todo a su alrededor es extraño. No obstante, puede darse el efecto contrario, que el objeto le recuerde a su casa y coja un berrinche. Tantear la situación es lo óptimo.
 
La puntualidad a la hora de recogerlo es clave, pues los niños pueden pensar que están siendo abandonados viendo cómo los papás de los otros niños se los llevan y a él no vienen a recogerlo. La actitud en la recogida debe de ser similar a cuando se le deja en la “guarde”: una gran sonrisa y llevar una merienda que le guste puede ser más que apropiado.
 
Por último, preguntarle con detalle todo lo que ha hecho, los amigos con los que ha jugado, los juegos que más le han gustado. Aprender el nombre de algunos de sus compañeros para preguntarle con propiedad y que él sienta que su familia forma parte de la escuela es también un buen consejo.
 
Según los especialistas, una o dos semanas suele ser el período en el que un niño se adapta con total normalidad a la escuela infantil.
 
¡Ahora ya estamos listos para el primer día de cole!

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