Consejos para gestionar las rabietas de los peques con el método Montessori
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Una pregunta recurrente es como se pueden gestionar las rabietas de los más peques de la casa. Es una de las partes más temidas y desagradables de la paternidad, ya que se convierten en momentos muy difíciles de administrar.
Hoy intentamos darte unos pequeños consejos para poder gestionar bien las rabietas de los peques aplicando el método Montessori.
Es una realidad, las rabietas nos acompañan constantemente, teniendo sus momentos álgidos en torno a los 2 años hasta la adolescencia, se podría decir.
Pero la realidad es que todos tenemos rabietas, sí incluidos los adultos, solo que tenemos las herramientas para saber gestionarlas.
Las rabietas son una descarga emocional, natural del propio desarrollo del niño.
¿Por qué ocurren las rabietas?
Se van presentando conforme los niños van creciendo y tienen la necesidad de hacer cosas por sí mismos, pero a veces se ven con impedimentos ajenos a nosotros y a ellos. Su cerebro no les sigue, ya que sus capacidades motoras y físicas se van desarrollando poco a poco.
Las rabietas se caracterizan por golpes, llantos, gritos, etc. depende del propio niño o niña. En ese momento es muy difícil dialogar con ellos. Entonces, ¿Qué podemos hacer?
Consejos para gestionar las rabietas de los peques con el método Montessori
A continuación, tienes una serie de estrategias que te ayudarán a prevenir las rabietas y en el caso de que suceda, a afrontarlas:
▶ Adelántate a ellas. Conoces a tu hijo o hija y muchas de las típicas rabietas suceden por hambre, cansancio, sueño, etc.
▶ Busca soluciones. Conecta con tu hijo o hija e intenta razonar, buscando soluciones conjuntamente para futuras rabietas o ayudándoles a expresar esas emocionas de diferentes formas.
▶ Ayúdale a expresa y conocer sus sentimientos. Muchas veces una misma acción la asociamos a un mismo adjetivo, hay que ayudarles a que entiendan cada uno de sus sentimientos para que sepan controlarlos de forma más fácil.
▶ Ponte a su nivel para hablar. De esa forma la autoridad no estará tan marcada y podrá ver tus gestos y expresiones a su altura.
▶ Tiempo positivo. A los adultos nos pasa que cuando nos enfadamos en ocasiones, necesitamos estar solos… a los peques les ocurre lo mismo.
▶ Práctica escucha reflexiva. Déjale hablar sin juzgarlo.
▶ Muestras de cariño. Por ejemplo, abrázalo cuando peor se sienta, es cuando más te necesita.
▶ Observa. De esa forma conocerás sus intereses y como se maneja con las emociones.
▶ Sé amable y firme al mismo tiempo. Es una de las claves de la Disciplina Positiva de Montessori, hay que poner límites pero dentro de cierta amabilidad, si son consensuados, mejor. Algunos no lo podrán ser, pero otros muchos si.
▶ Marca rutinas. Parece una tontería, pero de esta forma podemos prevenir las rabietas marcadas por el cansancio, el hambre, etc.
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