Cuento «Por cuatro esquinitas de nada»
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Por Cuatro Esquinitas de Nada, de Jérôme Ruillier es todo un clásico de la literatura infantil, uno de esos álbumes absolutamente imprescindibles en una biblioteca para niños y niñas, muy especialmente si estamos interesados en potenciar la inteligencia emocional de nuestros hijos e hijas.
Por Cuatro Esquinitas de Nada es un álbum ilustrado excelente para tratar una temática muy necesaria en una sociedad como la nuestra: el respeto a la diferencia y la integración desde dicho respeto, sin pretender que todos seamos iguales. Es un mensaje más que interesante porque la igualdad no consiste en que todos seamos iguales y nos traten a todos por igual sino en respetar que cada cual es como es y que es la sociedad la que debe adaptarse a las peculiaridades de cada individuo, proporcionándole un espacio donde crecer seguro y protegido.
Nos gusta también el mensaje de autoafirmación que nos da Cuadradito. El pobre se dobla, se estira, intenta mentalizarse de que tiene que ser diferente. Pero no puede ¡y ni falta que hace! Muchos de nosotros hemos intentado ser otros cuando hemos llegado a un periodo difícil como la adolescencia, hemos fingido que somos de otra manera para que el grupo nos acepte. Pues es fantástico desde pequeñitos, con lecturas como Por Cuatro Esquinitas de Nada, explicarles a los niños que cada persona es única, rica en su diferencia, y que eso no es malo, sino todo lo contrario. Que somos nosotros como sociedad los que tenemos una responsabilidad hacia todos los seres humanos y debemos crear lugares, espacios, donde todos tengamos cabida.
Fantástico también el ejemplo de que los problemas se solucionan sentándose a pensar, porque en grupo las cosas se resuelven mejor, y más si se trata de ayudar a un amigo.
Cuadradito está triste. Le gustaría mucho entrar en la casa grande.
Pero no puede entrar ya que la puerta es redonda y él es cuadrado. ¿Qué podrá hacer entonces?
¡Pues te tendremos que cortar las esquinas! – dicen los Redonditos
¡Oh, no!, ¡Me dolería mucho! protesta Cuadradito.
Cuadradito intentará con todas sus fuerzas doblarse, estirarse… lo que sea para pasar por esa dichosa puerta. Pero sus esfuerzos serán en vano, nunca podrá dejar de ser cuadrado.
Los amigos deberán reunirse para dar con la mejor forma de solucionar el problema. Una solución que no pase por cambiar radicalmente la esencia de Cuadradito, ¡claro!
Normalmente no desvelamos el final de los libros, pero en este caso siendo el título de la obra y un final tan lógico está claro que la solución será recortar las cuatro esquinitas de la puerta, ¡cuatro esquinitas de nada!
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