“No quiero más”: ¿Qué hacer cuando el niño no quiere comer?
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Muchos niños pasan etapas en las que rechazan la comida. Esto muchas veces se debe a los rígidos horarios que impone la sociedad, que en ocasiones nos hacen comer sin hambre. Algunas veces no se deja que los niños lleguen a sentir hambre y por lo tanto, a la hora de comer, rechazan la comida.
Por ello se da muchas veces el caso de que solamente quieren comer ciertos alimentos que les encantan, lo que se conoce como gula: no tienen hambre, pero si les ofreces un dulce, probablemente se lo comerán.
Los pediatras están más que acostumbrados a que les lleguen familias una y otra vez preguntando por qué su pequeño no quiere comer ciertos alimentos, o directamente en ocasiones se niegan a probar bocado. ¿Qué hacer en esta situación?
La lactancia puede influir en el hecho de que el niño o la niña no quiera probar cosas nuevas. Si la lactancia es satisfactoria (calman el hambre y además reciben cariño), esto es positivo para ellos, que relaciona la hora de comer con buenas sensaciones. Si hay problemas durante la lactancia, puede que el niño o la niña asocie la hora de comer con un momento desagradable.
En estos casos es importante jugar con el papel del hambre, para empiece a asociar la comida con un momento agradable en el que calma sus ganas de comer.
Entre los 2 y los 5 años suele ser la etapa en la que los niños más rechazan los alimentos, sobretodo las verduras y las legumbres, pues no les suele gustar su aspecto y su textura. En cambio, los alimentos que más les gustan son la pasta y el pan. Por ello siempre es una buena idea tratar de combinar ambos para que no sientan el típico rechazo.
En los casos en los que existe este rechazo, jugar con las cantidades y con la variedad de forma flexible es una posible solución, o también jugar con raciones más pequeñas para que por sí mismo pida repetir o solicite él mismo el almuerzo o la merienda.
Otro de los trucos más utilizados por los padres es llegar a acuerdos o pactos con el pequeño, que deben ser propuestos por los propios progenitores de modo que el niño acepte el acuerdo y se atreva a probar cosas nuevas.
Y ahora ¡Todos a comer!
Comentarios
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¿Puedes explicarnos màs sobre esto?, ha sido fantastico encontrar mas datos sobre este tema.
Saludos
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Seguiremos informando respecto a la alimentación.