¿Qué es la neofobia infantil?
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¿Qué es la neofobia?
Pues bien, como la propia palabra la define es el rechazo a lo nuevo o desconocido. Pero cuando tratamos el término en nutrición se refiere al miedo irracional o rechazo a probar nuevos alimentos, habitualmente a alimentos como las verduras, frutas y/o hortalizas. El motivo del rechazo puede ser por el olor, color, la forma, su textura…
Una situación que suele frecuente en la primera etapa de la infancia, de los 2 a 6 años, en la que no se considera como patológico pero que si no se gestiona de la forma adecuada puede llegar a alargarse hasta la edad adulta. El problema se inicia una vez que se superan las edades de 6-7 años, ya que puede conllevar a cuadros de desnutrición, especialmente si se evitan grupos de alimentos como las frutas y verduras.
A continuación, te dejamos algunos datos sobre esta situación que pueden sacarte de algunas dudas.
– Algunos niños que presentan alergias o intolerancias suelen ser más selectivos o neofóbicos en la alimentación.
– A los 2 años, hasta un 50% de los niños y niñas son neofóbicos sin ser necesariamente un riesgo para su salud.
– En bebés sanos no suele ser necesario un tratamiento. Pero si esto ocurre consultar con un profesional de la nutrición especializado será la mejor opción.
– Recuerda, cuando este comportamiento perdura una vez alcanzados los 6 años comienza a considerarse patológico.
Te dejamos algunos consejos para estas situaciones
– Las presentaciones deben ser cuidadas en todos los aspectos; temperatura adecuada, colores, texturas, de forma que consigamos un plato atractivo visualmente.
– Nunca obligues al niño o la niña a comer un alimento o plato, esto puede provocar que aborrezca un alimento antes de probarlo. Si no quiere tomarlo ese día, puede volver a intentarlo en otros días, separados de la primera prueba.
– No uses una premiación por comer un alimento o plato, e igualmente tampoco utilices castigos cuando no se lo coma o termine.
– Ofrece raciones pequeñas de los nuevos alimentos, si quisiera repetir podemos añadirle más cantidad cuando lo pida.
– Sé un ejemplo. Los niños y niñas aprenden de aquello que ven, por lo que sí los hábitos en casa son los adecuados es más probable que ellos también los adopten.
– Hacer la compra y cocinar en familia es una forma de familiarizarse con los alimentos poco a poco.
Por último recuerda que no existen fórmulas exactas para todos los casos, por lo que los consejos anteriores pueden servir solo en ciertas situaciones.
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